miércoles

Noches de Noviembre sin Lola...

Bien de puta madre.

Era una zorra ¿Por qué no se había dado cuenta antes?

Estaba loca, algo dentro de ella no funcionaba bien, como si a un coche le pones un motor más potente que el que debería tener.

Apago su último piti. Se subió el cuello de su chupa. Demasiado bueno. ¡Y un cojón! ¿Que se creía ella? Caminaba ausente. ¡Mierda, y se pone a llover!

Ahora se daba cuenta de que odiaba las noches de Noviembre en Madrid, sobre todo sin Lola. Pobre Nicolás, se va a resfriar, se estaba enamorando de una zorra.



Y lo peor de todo, después de lo que había pasado, es que si ella la llamara ahora, Nicolás sería tan bueno que iría donde ella estuviera.

No hay comentarios: