Tumbada boca arriba, tu mirandome, obsevandome, intentando memorizar cada uno de mis gestos de mis pestañeos. Silencio. Solo se me oía a mi fumarme mi cigarrillo mientra los dos estabamos tumbados en la cama. Sonreías, como solo tú sabes hacerlo, porque solo yo fumo como yo.
-¿Qué vas a hacer al final?
La pregunta que tanto detestaba y que de alguna manera, por mucho que la evitara, un día, habría tener que contestarla.
Mierda, algún día habrá que parar...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Quiero historias de Lola y Nicolás :( igualmente muy buenas tus entradas!!
Saludos.
Publicar un comentario