lunes

Tumbada boca arriba, tu mirandome, obsevandome, intentando memorizar cada uno de mis gestos de mis pestañeos. Silencio. Solo se me oía a mi fumarme mi cigarrillo mientra los dos estabamos tumbados en la cama. Sonreías, como solo tú sabes hacerlo, porque solo yo fumo como yo.
-¿Qué vas a hacer al final?

La pregunta que tanto detestaba y que de alguna manera, por mucho que la evitara, un día, habría tener que contestarla.
Mierda, algún día habrá que parar...

1 comentario:

Gise Matera dijo...

Quiero historias de Lola y Nicolás :( igualmente muy buenas tus entradas!!
Saludos.