Al traspiés de corazón.
A sonreir de quema ropa.
A comer sandwiches de tortilla.
A sin sentit, a vivir. Que su casa es tranqulidad y mi mente siempre está en celo. Que me pongo chula a olisquarle. Que si, que somos como perros, con ansia de éxtasis de colocarnos de ñoñerias. ¡Que cojones! Y recorrernos todo Madrid.
Que raro se ve todo, puede que me acostumbre a eso de que me digas que me quieres todos los malditos días. Y que ma hagas la cena también.
¿Y qué más?
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