domingo

Ansiedad

Algo no marchaba bien. Se volvió al espejo. ¿Qué estaba mal? Se miró, se acercó más al espejo, sacó la lengua, se miró las pupilas, se atusó el pelo. Nada. Todo estaba bien. Sus ojos verdes la observaban al otro lado del espejo, su pelo castaño ondulado estaba ahí también. Entrecerró los ojos, se acercó más al espejo, hasta tocar su nariz contra el espejo. No, nada. Todo seguía en orden. Pero algo faltaba. Se miró los pies, las manos, los brazos... haciendo un examen exhaustivo en su cuerpo y buscando esa huella de esa ausencia. ¡Que va! Seguía todo en su sitio, na había cambiado nada. Sus uñas azul pitufo, sus pies descalzos, sus 23 lunares y sus dos manchas en forma de luna seguían ahí, donde tenían que estar. ¿Entonces que era?
Algo se le pasaba por alto, algo que ella no podía recordar o algo que no quería recordar...

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